Preámbulo

Desde que se hizo más popular ChatGPT a principios de 2023 hasta ahora, cuando escribo, en mayo 2023, se están dando una serie de actualizaciones, o avances, en el mundo de las búsquedas online que me provocan ciertas reflexiones que quiero razonar libremente.

Como me toma mucho tiempo escribir, arranco, paro, sigo, me olvido, retomo… Durante estos días ya se han publicado excelentes artículos sobre el tema del Google que incorpora el uso de Inteligencia Artificial en sus resultados de búsqueda, así que no voy a emplear ningún minuto en contextualizar esto.

Destacables son:

Así que voy directamente a mis reflexiones de ermitaño, que en muchas ocasiones suelen estar en mente de todos, pero debe ser que no le ven el interés público.

Me permito una anécdota, fue en los exámenes de selectividad. Entregué el examen Comentario de texto, o algo así, y me sentía realmente bien de mi deliberación, mientras salía de la sala miré hacia la profesora que echaba un vistazo a mi examen y puso una cara de absoluta extrañeza mientras leía las primeras líneas… me duró poco mi gozo.

En definitiva, que muchas veces lo escucho todo, y la extraña y caprichosa musa que acompaña, me susurra lo que no he escuchado.

Creo que esta reflexión va sobre:

  • El Déficit informativo
  • Los bomberos pirómanos
  • ¿Qué fue antes: la consulta o la respuesta?

El déficit informativo

Que Google esté pasando de ser un Bibliotecario Automatizado y Global, a una especie de Oráculo cercano, son mil cosas a la vez, pero una de ellas es que ese oráculo (respuestas generadas por IA) es una solución a un problema, a un déficit informativo.

Es una solución ante unas necesidades informativas que no estaban siendo cubiertas, si acaso, de estar cubiertas, eran interesadamente sesgadas y no imparciales.

Lo cual es normal, quien paga el trabajo, quiere retorno.

El escenario desde el que parte esta reflexión es sencillo: las respuestas generadas, no extraídas de los contenidos de otros sitios web, son una solución, una reacción, a la no imparcialidad de los sitios web.

Por reírme de mi, y de nosotros mismos:

– ¿Quién es el mejor SEO de Valencia?

– Yo

– Él no, yo

– Tú tampoco, soy yo

– …

Nfin …

Merece también un apunte el ámbito de las búsquedas comerciales, esas respuestas complejas y generadas, tienen un antecedente claro con las webs de comparación de productos y servicios: las Review products, literalmente les imita.

También tiene mucho de bofetón en la cara, porque Google nos dice que él y su IA es capaz de dar mejor respuesta que nosotros los responsables de contenidos de los sitios web: editores, periodistas, SEOs, blogueros, etc.

Y dejémoslo aquí, para que la reflexión no tropiece en sesgos y desconocimientos.

Los pirómanos bomberos

Siento absolutamente imperativo este tema.

Primer pirómano bombero

En el momento en el que un dueño de un sitio web, cobra por impresiones y/o clics de los anuncios de Display dispuestos en su sitio web, internet se ha llenado, demasiado, de contenido débil, irrelevante, excesivamente llamativo e incluso falso… para atraer clics, visitas y ganar dinero.

Así, que esta falta de imparcialidad, esta carencia informativa, este exceso de morralla (RAE, 1: conjunto o mezcla de cosas inútiles y despreciables), ha sido alimentado por aquel Google, que ahora se presenta como Bombero.

Y dejémoslo aquí, para que la reflexión no tropiece en sesgos y desconocimientos.

Segundo pirómano… que se hará bombero.

La impunidad de los tricks (Linguee: truco, trampa, jugarreta).

La impunidad del Black Hat SEO: “… ya, pero es que funciona”.

Mucho bicho, digo, nicho ahí por ahí, y relacionado con el Display, ¿eh?

Sí, yo también fuerzo el SEO, allá por 2010 todos mis encabezados eran H1, etc.

Pero, ¿no tenemos todos la sensación de que a veces Google va contra los SEOs?

Al estilo:

– “Ah, pillines, así que esto os funciona ¿eh?, lo publicáis por las redes para ser adorados… pues ahora corrijo, aquí, corrijo allá, y quien ríe último ríe mejor”.

Los SEOs conseguimos manipular los algoritmos, pero gracias a nuestra vanidad lo descubren y corrigen.

Es pertinente decir, que los SEOs hacemos a Google más sofisticado y mejor y, quizá, más justo, ¿no?

“Un aplauso, por favor”.

A ver si algún día oímos a Gary Illyes, John Mueller o Danny Sullivan decir algo de esto.

Aunque es recíproco, los SEOs seguimos las directrices de Google, sé que Google escucha a los SEOs, y entre todos, hacemos un mejor internet.

Y la cosa por obvia, no deja de ser relevante. Si intentáis publicar algo en Wikipedia, ésta se ha quedado en un sistema de aprobación basado casi exclusivamente en Backlinks, como el Google de hace casi 30 años. A Wikipedia no le vale la veracidad sino la popularidad, es decir, que otros hablen de ello antes de otorgarte un lugar en Wikipedia, Google ha evolucionado mucho sus sistemas de clasificación.

Y dejémoslo aquí, para que la reflexión no tropiece en sesgos y desconocimientos.

¿Qué fue antes: la consulta o la respuesta?

Ahora la parte más filosófica.

Los teólogos responderían que 1º fue la respuesta, y a nosotros nos compete la pregunta.

Al SEO

¿En qué medida consultamos internet condicionados por el tipo de respuesta que esperamos encontrar?

¿En qué medida el medio hace el contenido, en qué medida la herramienta no solo condiciona, sino que hace la obra?

¿En qué medida hemos creado este internet influenciados por la mecánica: consulta > visita > lead? ¡Qué esto no es todo!

Incluyo un poema de la gran poeta Martaerre Sobrecueva:

“Qué dice nada,
el que pez habla”.

A donde quiero llegar, es, que esta nueva forma de consultar, va a generar una nueva forma de crear los contenidos.

Que no se espere Google que los SEOs nos vamos a cruzar de brazos.

Pero…

Al usuario (personas)

¿En qué medida las personas van a cambiar su forma de usar internet?

¿En qué medida la gente va a querer esforzarse tanto por dar con la respuesta correcta? Me refiero a leer, comparar, seguir indagando…

La oportunidad aquí ofrecida ya no son las compras a 2 clics, sino una toma de decisión mejor elaborada y menos manipulada. Y aunque Google acorte ese camino, pone de frente al usuario ante la responsabilidad de informarse mejor

¿O van a preferir la respuesta fácil y cómoda, aunque le manipulen?

Mi hijo de 10 años ya me ha dicho más de una vez, “es verdad, sale en Youtube”.

Ahora vamos a tener más facilidad para no ser manipulados, pero habrá otros que valoren por encima de todo la comodidad y se dejarán manipular, o más bien, decidirán ser manipulados, y lo revelador de este nuevo buscador es que ahora lo sabrán.

Sin embargo, todo esto tiene un tufillo de desconfianza, pero desestimemos a los que deseamos un mundo de confianza, y despreciamos la desconfianza de primeras… Parecido al dilema de la inocencia o culpabilidad, eso de “inocente hasta que se demuestre lo contrario”, o “culpable hasta que se demuestre su inocencia”. Yo soy de los de primer grupo.

Cuidado pues con el aviso de “¡Desconfiad, desconfiad!”

También, oigo músicas de Libertad, pero la libertad nunca ha sido sinónimo de comodidad, ésta exige esfuerzo y compromiso, el “me voy a informar mejor”, es laborioso y fatigoso.

Me gusta todo esto en cuanto que pone contra las cuerdas a muchas cosas: la información imparcial; las respuestas generadas y, supuestamente, mejoradas; el delego mi libertad o la asumo…

Bonus: no es una amenaza para el SEO, sino una oportunidad

Cuando digo que no es una amenaza, sino una oportunidad, me refiero al sinfín de sitios web de empresas que no asumen los criterios ni las estrategias SEO.
Cada vez está más cerca el momento en el que los sitios web que, al menos, no asuman los criterios SEO de rastreabilidad e indexación, se van a convertir en una muñeca de juguete cara y rota.
De acuerdo con aquellas empresas que no quieran competir en las búsquedas, esto lo llamaríamos estrategias SEO, pero los criterios de rastreabilidad e indexación que son las técnicas para facilitar el acceso a la información, cada vez son más imperativos.
¿De qué te sirve pagar y tener un sitio web con 20, 50 ó 100 URLs si Google solo da de resultado tu Home?
Muchos ya saben que la página de inicio de su sitio web es Google, no su Home.
¡Tanta escuela de negocios, tanta profesionalización del empresariado para luego descuidar el interés por tu empresa!
Así que ojalá, este Google exigente y desconfiado, sea una advertencia a todas esas empresas, porque las recomendaciones se están convirtiendo en exigencias.
Y si la advertencia es debidamente escuchada, el SEO será un servicio más demandado.

Despedida

Espero que la posible extrañeza de este artículo, al menos sirva para enriquecer el debate sobre el ejercicio de la profesión SEO.

Álvaro Pichó, en mayo 2023 desde Valencia